A veces es para fin de año, o cuando se acerca nuestro cumpleaños. Pero siempre tendemos a hacer análisis de los logros que hemos alcanzado. Queremos que saber, pasar en limpio, que tanto pudimos lograr los objetivos que nos propusimos.

🔑 Pensamos en todo lo que queríamos hacer y no pudimos, los obstáculos que tuvimos y en lo que nos gustaría que pase el año próximo.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

🔄 Pero cómo hacemos para que el año que viene el balance sea más positivo?📈 ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

💡 Tengamos un plan! 💡

Un objetivo sin un plan es sólo un deseo

Antoine de Saint-Exupery

Ya lo decía el autor de “El principito”. Por más que deseemos algo, que lo anhelemos con fuerza, si no podemos metas y planteamos objetivos, lo más probable es que siga siendo eso: un DESEO. Y que no se convierta en una realidad. TU REALIDAD.

¿POR QUÉ ME CUESTA COMENZAR?

A veces con la vorágine de la rutina y de cumplir con todas las obligaciones que tenemos, los horarios, el cansancio y stress se nos olvida pensar que todo eso es así porque nosotros lo elegimos.

No conscientemente, claro. Pero de una forma u otra lo hacemos. Desde algún punto de vista nos ayuda a no enfrentarnos con otras cosas que nos dan miedo o nos hacen sentir peor que todo eso que nos abruma.

Siempre creemos que la vida es así, que dadas las circunstancias que nos tocó vivir o que estamos atravesando en este momento no podemos hacer ESO que nos hace bien. Yo creo que es mentira. Que son mentiras y excusas que nos decimos, que nos dice nuestra cabeza para seguir igual. Para seguir en ese lugar y no cambiar. Porque siempre permanecer igual es más fácil y más cómodo que cambiar. La famosa zona de confort.

Con esto no estoy diciendo que tenes que dejar tu trabajo, tu casa, tus hijos, tu familia e ir a dar la vuelta al mundo sin que te importe nada.
Pero no podes resignar tu felicidad. No podes perderla, olvidarla o postergarla por tus “obligaciones actuales” o como le llames a tu excusa.

Lo importante es que tengas en vista tu DESEO. Que tengas en claro cuál es tu sueño. Lo que importa es QUÉ. Lo cierto es que cuando uno visualiza y se convence a si mismo de que algo es posible, lo es. Tarde o temprano ocurre. 

Si queremos que llegue lo antes posible, bueno, tengamos un plan.

Un plan tiene metas a corto plazo y también tiene objetivos a mediano y largo plazo.
Lo más fácil es empezar con las metas. Proponernos pequeños cambios que nos acerquen un paso más hacia el objetivo. Es claro que no es posible lograrlo de un día para el otro. Hay que ser perseverantes, cambiar tu forma de pensar y tener en mente el objetivo final.

¿CÓMO LOGRAR MIS OBETIVOS?

Por ejemplo, si tu objetivo a lograr es tener un mejor trabajo, no vas a renunciar mañana y ponerte a buscar otras posibilidades. No sería un decisión inteligente. Aunque si te hace bien, nadie puede negártelo. 
Lo más lógico sería empezar a armar tu curriculum vitae, mostrarse lo a alguien que pueda ayudarte a revisarlo, empezar a enviarlo a propuestas laborales que te gusten. Si durante el proceso ves que lo que estas buscando aún queda un poco lejos, podes buscar algún curso o taller que te sume conocimientos y experiencia y así calificar mejor para las búsquedas a las que apliques. También podes hacer una investigación con amigos, conocidos, LinkedIn, bolsas de trabajo, acerca de los sueldos promedio para el puesto al que aspiras. 

Si lo tu objetivo es poder irte de vacaciones a cierto lugar que ves inalcanzable, seguramente tengas que empezar revisando tus finanzas personales. Organizando bien ingresos y gastos, tratando de ordenarlos por prioridad, eliminando los que sean innecesarios, llevando un registro de los mismos para que sea más fácil luego revisarlo.
Todo eso que te ahorres en gastos poco importantes lo podes ir ahorrando y acercarte cada vez a ese viaje soñado. 
Averiguar precios, elegir la temporada que más te convenga y evaluar las posibilidades de cumplir tu sueño y lograr ese objetivo que tanto querés.